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Repercusiones negativas de las sanciones contra los fertilizantes potásicos belarusos en la seguridad alimentaria mundial

09.08.2023 г.

La República de Belarús ha planteado en repetidas ocasiones la cuestión de que las sanciones contra los fertilizantes potásicos belarusos, incluida la prohibición ilegal por parte de Lituania del tránsito de potasa belarusa a través de su territorio, conllevan una amenaza de hambruna en el mundo y ponen en peligro la seguridad alimentaria mundial. Los aide-mémoire transmitidos por Belarús sobre esta cuestión se han ido publicando como documentos oficiales de la Asamblea General de las Naciones Unidas (A/76/513, A/76/677 y A/77/809).

Sin embargo, Lituania sigue alegando que la contribución que Belarús realiza a la seguridad alimentaria mundial es supuestamente insignificante, a pesar de que la parte que correspondió a Belarús en el comercio mundial de fertilizantes potásicos hasta 2022 fue del 20 %.

La carestía de fertilizantes potásicos como consecuencia de las medidas restrictivas contra la potasa belarusa ha provocado la escasez y el encarecimiento de estos fertilizantes en los mercados mundiales y, en consecuencia, la disminución de su uso, un menor rendimiento de las cosechas y el aumento de los precios de los productos alimentarios. La situación es especialmente peligrosa en los países menos desarrollados del mundo, ya que puede desembocar en una hambruna a gran escala.

A continuación se hace referencia a las conclusiones que han formulado organizaciones y agencias internacionales de reconocido prestigio a este respecto.

1)    En las notas temáticas elaboradas por el Grupo de Respuesta Mundial a la Crisis de la Alimentación, la Energía y las Finanzas, creado por el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, y que se publicaron entre el 13 de abril y el 8 de junio de 2022, se señala que Belarús y la Federación de Rusia exportan conjuntamente alrededor de una quinta parte de los fertilizantes de todo el mundo. La pérdida de suministros de fertilizantes procedentes de la Federación de Rusia y Belarús ha hecho que los precios de los fertilizantes se eleven más rápidamente que los de los alimentos. Muchos agricultores, especialmente los de pequeñas explotaciones, se ven obligados a recortar su producción, dado que los fertilizantes que necesitan son más caros que los cereales que venden. A causa de este problema fundamental con los fertilizantes, la producción mundial de alimentos en 2023 podría no ser capaz de satisfacer una demanda cada vez mayor. A este respecto cabe señalar que una de cada dos personas en el mundo depende de productos agrícolas para los que se utilizan fertilizantes.

2)    Las recomendaciones conjuntas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Organización Mundial del Comercio a los países del Grupo de los 20 sobre mercados y políticas mundiales sobre fertilizantes, de 14 de noviembre de 2022  indican lo siguiente:

‒    Los precios mundiales de los fertilizantes han aumentado de forma sustancial;
‒    La subida de los precios se ha visto impulsada por una reducción de la oferta mundial de fertilizantes;
‒    Las exportaciones de fertilizantes potásicos de Belarús han disminuido considerablemente, pasando de 3,62 millones de toneladas en el primer trimestre de 2021 a 1,95 millones de toneladas en el primer trimestre de 2022. Las estadísticas de importación de los últimos meses muestran que el descenso de los envíos desde Belarús se ha acelerado;
‒    A África le corresponde únicamente entre el 3 % y el 4 % del uso mundial de fertilizantes, y aproximadamente el 50 % de los fertilizantes suministrados se destinan a cultivos comerciales de importancia para el continente. Por consiguiente, la disminución del uso de fertilizantes tendrá graves consecuencias, entre ellas la de socavar la seguridad alimentaria de algunas comunidades agrarias;
‒    Debe hacerse todo lo posible por mantener abierto el comercio internacional de fertilizantes a fin de poder satisfacer la demanda a nivel nacional y global.

3)    En un artículo publicado por el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) el 9 de noviembre de 2022  se afirma lo siguiente:

‒    Las exportaciones belarusas de fertilizantes potásicos disminuyeron de 9,1 millones de toneladas al 1 de diciembre de 2021 a 3,9 millones de toneladas al 1 de diciembre de 2022 como consecuencia de las sanciones;
‒    Los importadores de fertilizantes potásicos pueden ser reacios a comprar a la Federación de Rusia y a Belarús debido a los costos y riesgos adicionales asociados a hacer negocios con dichos países por estar sometidos a sanciones.

4)    En un artículo del Banco Mundial publicado el 5 de enero de 2023  se exponía lo siguiente:

‒    Los precios mundiales de los fertilizantes potásicos ascendieron a 562 dólares de los Estados Unidos por tonelada al 1 de diciembre de 2022, frente a los 221 dólares por tonelada al 1 de enero de 2022;
‒    Las exportaciones de fertilizantes potásicos de Belarús se redujeron en más de un 50 % debido a las restricciones al tránsito de mercancías por el territorio de la Unión Europea. En particular, Lituania dejó de utilizar su red ferroviaria para transportar potasa belarusa al puerto de Klaipeda, desde el que normalmente se gestiona el 90 % de las exportaciones bielorrusas que atraviesan el país.

5)    Entre las recomendaciones formuladas por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas en sus observaciones sobre el tercer informe periódico de Lituania a dicho Comité, de fecha 30 de marzo de 2023 , figuraban las siguientes:

‒    El Comité sigue preocupado por las medidas adoptadas recientemente por el Estado parte que han impedido el transporte de potasa de Belarús destinada a terceros países en África y América Latina, lo que conllevó una escasez de fertilizantes y redundó negativamente en la seguridad alimentaria de dichos países;
‒    El Comité recomienda al Estado parte que revise las medidas adoptadas recientemente que han tenido efectos negativos en el precio del fertilizante y la seguridad alimentaria en terceros países.

Los documentos que se acaban de mencionar distan de ser una lista exhaustiva del material publicado sobre esta cuestión.

En 2021, Belarús y la Federación de Rusia suministraban prácticamente a partes iguales más del 40 % de la potasa producida en todo el mundo, el 35,9 % correspondía al Canadá y el 5,8 % a los Estados Unidos.

La parte correspondiente a Belarús del comercio mundial de fertilizantes potásicos se redujo en 2022 hasta cerca del 9 %, y la de la Federación de Rusia descendió al 16,4 %. Al mismo tiempo se produjo una subida de los precios de los fertilizantes potásicos como consecuencia de la disminución del volumen de exportaciones procedentes de Belarús y la Federación de Rusia.

De este modo, las sanciones impuestas a la industria belarusa de la potasa fueron una de las principales razones del considerable aumento de los precios de los fertilizantes en 2022 y, por consiguiente, de la fuerte subida del precio de los alimentos listos para el consumo.

Por ejemplo, el precio del cloruro potásico en Brasil alcanzó en 2022 un máximo histórico de 1.200 dólares por tonelada. Los compradores internacionales de productos agrícolas brasileños sintieron durante largo tiempo los efectos de esta sacudida, ya que el precio de algunos productos alimentarios terminados se multiplicó casi por cinco.

Según las previsiones difundidas en abril por el Banco Mundial, en 2023 el precio medio mundial de los fertilizantes potásicos se situará en 475 dólares por tonelada, y en 2024 en 425 dólares por tonelada; sin embargo, los precios de los fertilizantes potásicos en esos dos años serán más altos que en 2021 (antes de que se impusieran las medidas restrictivas contra la potasa bielorrusa).

Recordemos que, según el Banco Mundial, los precios mundiales de los fertilizantes potásicos al 1 de enero de 2022 eran de 221 dólares por tonelada. A pesar de que los precios disminuirán ligeramente, la asequibilidad para los agricultores seguirá siendo baja.

Los países vulnerables son los que resultan más afectados por las sanciones.

La parte correspondiente a Belarús del comercio de fertilizantes potásicos en los mercados africanos se redujo en 2022 del 41,7 % al 2,8 %. Si en 2021 Belarús abasteció unas 632.000 toneladas de potasa a 30 países del continente africano, en 2022 suministró unas 30.000 toneladas a 6 países. Países como el Camerún, Kenya, la República Unida de Tanzanía, Zambia y Zimbabwe y la isla de la Reunión recibieron exclusivamente fertilizantes belarusos. Otros países, entre ellos Côte d’Ivoire, el Gabón, Madagascar, Malawi, el Senegal y Sierra Leona, cubrieron el 50 % de sus necesidades de fertilizantes con potasa belarusa.

Según nuestros cálculos, basados en datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la casi total desaparición de Belarús de la lista de proveedores de potasa en 2022 acarreó un descenso del 16,1 % en el rendimiento de las cosechas de cereales de África.

En 2023, los suministros a África se han paralizado por completo debido a las medidas adoptadas por Lituania.

Entre los participantes en el mercado de la potasa y los sectores afines se ha generalizado la incertidumbre con respecto al suministro de fertilizantes potásicos procedentes de Belarús, lo que conlleva riesgos de consecuencias devastadoras para las cadenas de suministros agrícolas y la seguridad alimentaria en todo el mundo.

La escasez de potasa en los mercados internacionales no puede colmarse a corto plazo: es difícil que los actuales fabricantes aumenten su producción con rapidez, y la incorporación de “nuevos actores” necesita tiempo y requiere considerables gastos financieros. La excavación de nuevas minas se prolonga un mínimo de cinco a siete años desde que se toma la decisión de proceder a su construcción hasta que se produce la primera tonelada de producto.

Así pues, si en la actualidad la crisis alimentaria está relacionada con la falta de acceso a los fertilizantes, en años venideros puede estarlo con la falta de alimentos. Así lo ha manifestado en repetidas ocasiones el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres.

Hay que tener en cuenta que se prevé que la población mundial siga creciendo. Según los expertos de las Naciones Unidas, se espera que la población mundial aumente en casi 2.000 millones de personas en los próximos 30 años, pasando de los 8.000 millones actuales a 9.700 millones en 2050, y podría alcanzar un máximo de casi 10.400 millones a mediados de la década de 2080.

A medida que crezca la población mundial aumentará también el consumo de potasio, debido a la progresiva escasez de tierras cultivables, que serán menos fértiles, y al aumento de la renta disponible de los países en desarrollo. Todo ello conllevará un déficit a nivel mundial de la oferta de fertilizantes potásicos.

Belarús siempre ha contribuido de manera significativa a la seguridad alimentaria mundial, pero las medidas coercitivas unilaterales ilegales impuestas contra Belarús están empujando a la población de los países vulnerables al borde de la hambruna y provocando inseguridad alimentaria en los países que ponen en marcha dichas medidas.

Una vez más, Belarús insta encarecidamente a las Naciones Unidas a que utilicen su influencia para persuadir a Lituania de que ponga fin a sus prácticas de manipulación política y de abuso de la posición que ocupa como país de tránsito y vuelva a asumir las obligaciones internacionales que le incumben.

Pedimos que se dejen de utilizar las medidas coercitivas unilaterales, que no solo contravienen las obligaciones internacionales, incluidas las contraídas en el marco de la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, sino que también son contrarias a las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas y a las resoluciones pertinentes de la Asamblea General.

 

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